Hola a todos, soy un suricato (suricata para los
amigos). Ustedes se preguntarán ¿qué es un suricato o suricata? Pues
somos una especie animal que nos ponemos de pie, como los humanos. Vale, les hemos
hecho creer que es una evolución natural para observar posibles peligros, pero
no… ¡Es que les tenemos envidia y los imitamos!
Tenía que decirlo, mis compañeros me van a matar,
porque es un secreto, pero no puedo callar más. Somos pequeños, indefensos,
vamos, el hazmerreír del mundo animal. Por eso nos ponemos de pie, porque así
empezaron ellos y mirad dónde están ahora.
Ya, ya sé que los humanos tienen eso que ellos
llaman “inteligencia racional” pero nosotros, los animales, tenemos algo que
ellos perdieron, la intuición. Esta nos avisa si va a llover, si hay tormenta,
si el enemigo acecha.
Vale, también sé que unas colegas vacas avisaron
del tsunami de este sitio… ¿Cómo se llamaba? ¡Qué sí! Que a los pastores las
ovejas les dicen muchas cosas, si saben escucharlas o eso tengo entendido ¡Mira
que eres pesado!
Que sí, que los animales se enfrentan al fuego
con más “inteligencia” que un humano no habituado al campo, pero es que son tan…
monos. Además, no es solo su belleza, es todo. Son la especie más frágil y los
que han dominado el planeta Tierra. Dime si no son dignos de admirar.
Encima han creado armas para defenderse. Desde aquellas que podían partir por la mitad a un león, hasta las que matan a distancia. Desde las que lanzaban fuego, hasta las que destruyen ciudades enteras. Desde las que ensartaban silenciosamente, hasta las que matan a kilómetros. Vale, que las usan para dominar ¿y?
¡Soy un suricato o suricata! Me paso el día muerto de miedo, esperando que el depredador no esté cerca. Porque sé que si viene a por mis crías mis probabilidades de defenderlas son escasas ¡Qué sí, que vivimos en grupo por eso! Pero no es suficiente, no para nuestro peor enemigo, el chacal.
¡Me tienes harto! No hace falta que me lo recuerdes,
sé que también están las águilas y halcones, pero estos, al menos, atacan desde
el aire y si nos escondemos nos libramos. Pero ese, ese chacal hijo de mil
madres, sabe cómo sacarnos de ellas. Ese asesino es el peor de todos, el peor...
Por eso nos ponemos de pie, porque a lo mejor,
con el tiempo, nos volvemos más humanos ¡No te aguanto más con tus argumentos!
¡Ya sé que los perros llevan con ellos mucho tiempo y son perros! Pero no se
ponen de pie.
Imagina si tuviéramos el poder de los humanos,
sus armas, su inteligencia, su lógica, su pasión… destruiríamos a nuestros
enemigos chacales como hacen ellos con los suyos. Uf, de verdad que no te soporto,
desde que era una cría me vienes dando la lata, taladrándome el oído, haciéndome replantearme todo, a mí que soy un simple suricato o suricata.
Vale, demasiadas veces no es a “sus enemigos” a
los que destruye, sino a quienes podrían ser sus amigos. Vale, ya sé que
destruyen muchas cosas que no son “enemigos” y, de hecho, destruyen el planeta
en el que viven y del que se alimentan. Vale, ya sé que la mayoría de ellos no sobrevivirían en el monte ¡Ya lo sé! qué eres muy pelma.
Pero ¿Qué me dices de sus enemigos, sus
depredadores? Ellos son los reyes de la creación, no tienen depredadores
naturales, ¡chúpate esa!... ¿Qué dices? ¿Qué ellos son sus propios depredadores?
Pues no entiendo a qué te refieres. Ah, a la criminalidad, a los asesinos,
violadores. Pues visto así…
¡Me da igual, estoy harto de tener miedo y quiero
ser humano! ¡No me importa si ellos también tienen miedo! Mira, ellos pueden
defenderse. Vale, no parece que eso sea así en realidad, pero tienen policías y
ejército ¿no? Me estoy agotando con tanta charla…
Me sacas de quicio, pero me haces pensar y los
suricatos o suricatas eso lo valoramos mucho. Ahora que estoy recordando toda
la conversación, creo que quizá puedo estar equivocado y no merece la pena
parecerse a los humanos. Total, no son mejores que nosotros, aunque se crean dioses.
En vez de defender a sus crías, muchas veces las
abandonan en eso que llaman contenedores. En vez de colaborar con sus vecinos,
como hacemos nosotros, les odian y desconfían de ellos. Además, temen a los
diferentes, a los que no piensan como ellos o tienen “otra piel” y eso les hace
querer matarlos.
Definitivamente, voy a empezar a cambiar y no
obsesionarme con parecerme a ellos. Además, voy a ver si convenzo a la manada
porque están en un plan… oye, ¿y si empezamos a ponernos de pie realmente para vigilar
a los depredadores y no por un desmedido e inútil ego?
A lo mejor los humanos son los que aprenden de
nosotros, los suricatos o suricatas… y empiezan "a verlas venir" de una vez...
Quién sabe…