martes, 31 de mayo de 2016

Nada es gratis. Por D. Iglesias

Esto tampoco es gratis...
La mayoría de la actual ciudadanía española ha nacido y vivido en la mejor de las epocas conocidas por esta vieja nación...

Bienvenidos a la reflexión de la semana, hoy de la mano de D. Iglesias, recuerden que hay más, mucho más en "Lo que ofrecemos en nuestros Blogs" Nadie parece recordar los años donde los impuestos no existian y los derechos adquiridos solo eran un sueño... Un lugar donde los privilegiados eran auténticos privilegiados, donde tener un trabajo solo implicaba un sueldo y no pasar hambre, no ir descalzo por las calles y tener un techo con cuatro paredes.

Hasta hace poco hemos disfrutado de muchas cosas, consecuencia de la adquisición de derechos y la consolidación de los mismos: una sanidad pública de calidad y gratuita, una educación para todos y gratuita, infraestructuras para viajar y comerciar gratuitas, una seguridad policial gratuita, una justicia universal gratuita, prestaciones, jubilaciones, becas, subvenciones y actividades lúdicas gratuitas, un paraíso en la tierra gratuito. Lo cierto es que ha sido una farsa gratuita donde hemos vivido cómodamente y no hemos valorado (quizá por eso la hemos o estamos perdiendo) cuanto costaba tanta gratuidad. Todos vivimos según esta "ausencia de coste de la vida" Nadie se preguntaba quién pagaba la fiesta.
Nadie se preguntaba como en 1960 un ciudadano normal ganaba cuatro perras, vivía de alquiler o tenía un piso de 60 m2, que consumía la cuarta parte de un menguado sueldo, donde muchos veían el mar cuando hacían la mili, cuando una televisión o una nevera era un lujo inalcanzable, cuando los más afortunados de los emigrados debían pasar una odisea para volver al pueblo a ver a los abuelos, cuando el horizonte educativo medio estaba en terminar la educación básica en la escuela del pueblo o el barrio, cuando las enfermedades difíciles y duras tenían todas el mismo nombre.
Eso nos preguntamos algunos...
Ahora que la fiesta terminó, esa misma ciudadanía pone el grito en el cielo pero no se pregunta ¿por qué? Pues porque todo era una quimera, nunca tuvimos tanto dinero, ni lo produjimos, ni lo ganamos, nos lo prestaron y con el nos pusimos a vivir como nación pudiente, sin asumir que había que devolverlo, fabricando cosas que nos compramos a nosotros mismos, al mismo tiempo que devolvíamos los intereses, con el propio capital prestado, sin conseguir dinero nuevo, vendiendo cosas que interesaran allende de nuestras fronteras y ahora nos preguntamos ¿dónde está el dinero?, ¿quién se lo llevó?. Pues una parte robada, otra parte pagada en intereses y otra parte es pura buena voluntad, de cumplir con nuestras obligaciones de pago, que cada vez son más, pues cada vez nos prestan más y producimos menos y pagamos más prestaciones, toda una locura.

Los gobernantes nunca fueros cristos redentores, más bien plutócratas corrompidos, burócratas improductivos, reflejo fiel de la sociedad de la que han salido ¿Dónde los ingenieros creadores alejados de la servidumbre administrativa, los investigadores de nuevas invenciones, los emprendedores visionarios, los financiadores de aventuras empresariales, los administradores sagaces creadores de tranquilidad institucional ? ¿Dónde?

D. Iglesias.

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