Grandmaster, no es una película de chinos o sí...

Ahora hacen buen cine...

Grandmaster, la historia del maestro de winchun Ip Man y de Gong Er, una guerrera del norte, en la lucha por preservar los principios del kung fu...

Bienvenidos de nuevo al Sábado de cine, en la sección "Nigromante" de este su Blog. Hoy toca habar de chinos, pero no se asusten, que no solo hacen cine de ese malo, malísimo, hablamos de Grandmaster, la historia de Yip Man, el maestro de Win Chung. Otra versión, Ip Man, ya nos sorprendió en aquí, con Donnie Yen como protagonista, en ella nos contaban la historia de un gran maestro, que entrenó al mismísimo Bruce Lee, pero además, demostró que no era... una película de chinos, sin ánimo de ofender a aquellas.

Pero hoy toca esta otra, una historia de ese mismo maestro de artes marciales y su tierra de nacimiento, Fosan, solo que esta vez no estará acompañado de hombres, sino de una mujer, una guerrera del norte que le ayudará en su lucha contra la tiranía. El tiempo transcurre en una China a punto de ser invadida y masacrada por Japón y que ve como su dinastía cae y divide el país, convirtiéndolo en un enemigo débil ante las grandes potencias, no solo su enemigo ancestral los nipones, sino también ante las potencias europeas o el incipiente nacimiento de los EEUU. El actor que encarna a Ip Man, Toni Leung, parece que hará bien su papel, aunque, muy a mi pesar, no creo que llegue al nivel emocional de Yen. Alguien que cuando se enfrentó a 10 cinturones negros japoneses, lo hizo con maestría, pero a su vez con una rabia no contenida que reflejaba en su interpretación de manera que uno vivía cada segundo de esa escena y esto es difícil de superar. Una película que, sin embargo, promete y no parece "una peli más de chinos", algo que honra a Wong-Kar-Wai, su director, ya que estas han tenido una fama bastante mala y a mi modo de ver, muchas veces merecida.

Eso sí, quién haya visto la original, Ip Man, que no espere ese nivel, lo siento pero no lo va a encontrar. Aún así, las versiones de este gran maestro y luchador contra tiranos (como el que suscribe, pero en mi caso desde las palabras) prometen mucho y eso, en un cine de hoy, marcado por las holliwodienses algo infantiloides de la actualidad, es una buena noticia. Porque, con todos mis respetos a quienes les gusten, la barbaridad cometida con las de Star Wars o El Señor de los Anillos, es de juzgado de guardia.

Gracias por venir.