jueves, 6 de octubre de 2016

Información vs infoxicación por D. Iglesias

Lo importante es poder callar...
Damián ha escrito sobre la libertad de expresión y los riesgos del exceso de información, ambas nunca son incompatibles...
Hoy toca una reflexión semanal, en la sección "El Maestro aparece" y a cargo de Damián Iglesias:

Si hay algo que ha costado conseguir a los amantes de la libertad es precisamente, valga la redundancia, la libertad de expresión. Esa conquista que nos permite decir lo que pensamos y saber lo que otros piensan, de tal manera que la verdad ocupe su lugar y cada ser humano este en posesión de su destino sin más temor que sus propios errores.

Todo esto no es cierto...
La libertad de expresión es una senda tortuosa y traicionera, que no debiera, hacia la verdad y el conocimiento de las ideas y las cosas, de los hechos y los actos, del pasado y del presente para alcanzar el futuro. Si nos salimos de dicha senda solo conseguiremos oscuridad y miedo. Dado que tenemos opinión y que nuestra opinión es variable según nuestras experiencias y adquisición de conocimientos mediante estas y la percepción es diferente en cada individuo, los obstáculos hacia la verdad son numerosos, cuando no infinitos. La única posibilidad de avance para la libertad, es pues la comparación de las mismas y la valoración de estas, desechando aquellas inútiles u obsoletas para nuestros fines o nuestro fin que es la libertad. Para lo anteriormente expuesto debemos ser capaces de filtrar toda la información adquirida sin censuras ni remilgos, pues si estamos seguros de algún concepto, no debemos de temer por aquellos que critiquen sin base nuestras certezas y evolucionar a cada pensamiento o experiencia ya que lo que ayer creímos cierto e inamovible hoy puede ser falso o distinto según la novedad.

Ahora bien dicha novedad no debe ser capricho veleidoso o esnobismo intelectual, pues nada es intelectual si no está razonado. Tampoco hacernos eco de inmobilismos ideológicos y monolíticos que, aunque certeros, todo evoluciona en las creaciones y concepciones humanas, porque lo que ayer era válido por sus circunstancias, hoy solo es historia de dicha evolución. Por ello, debemos evitar intoxicarnos con un exceso de información, que nos produzcan paranoias conspiranóicas, al no ser capaces de asimilar semejante torrente.

Hoy igual que hace dos mil años cada idea, cada hecho necesita el mismo tiempo para ser comprendido, pues no todo es tecnología a golpe de clic y tampoco es obligatorio dudar de todo, sobre todo si no lo comprendemos. Y sobre todo nunca discutir de religión o de fútbol, es tiempo perdido.

Buenas noches.

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