martes, 2 de abril de 2013

Emilio Botín "Las cajas lo han hecho muy mal": el cuento de la cigarra y la hormiga

Hoy "El Periódico" nos ofrece esta noticia, en ella, el señor Botín (persona que no es de mi agrado y que tiene mucho que callar) se desahoga y lanza sus dardos contras las cajas, que antes de la creación de los bancos que las fusionan ERAN PUBLICAS; no deberíamos olvidar ese detalle porque es importante que empecemos a darnos cuenta que "en todos sitios cuecen habas...

En primer lugar debo darle la razón al presidente del Banco Santander, al cesar lo que es del cesar; tanto la derecha como la izquierda de este país han cargado (a propósito) contra los bancos principalmente; mientras tanto, las cajas son las que han sido rescatadas. Y todo parece apuntar a que el problema es que las autonomías y las cajas que las representan se convirtieron en "los cortijos de muchos políticos".

Don Roberto Centeno ha defendido esta postura en su blog, es un centralista que al menos tiene la decencia de reconocerlo. ¡Ojo!, no estoy ni estaré de acuerdo con el señor Centeno en que el problema son las autonomías como tal. No puedo estar de acuerdo, porqué estos rescates no tienen nada que ver con la descentralización política, desde mi punto de vista y desde el de otras personas más preparadas que yo (con las que no comparto ideología, ya que no creo que un sistema de planificación centralizada tienda al federalismo) . Pienso que tienen que ver más con la falta de corresponsabilidad fiscal, el denominado "café para todos".

Porque en definitiva esto es como una gran familia; tenemos al hijo inteligente y trabajador (la hormiga) y al hijo listo y vago (la cigarra) y ambos son lícitos. Pero no es justo que la cigarra se aproveche de la hormiga. Quizás tampoco lo sea que la hormiga deje morir de hambre a la cigarra; pero es que esto último ni siquiera es bueno, económica o socialmente, ya que crea conflictos y eso no es rentable en los negocios. Salvo el negocio de las armas o las concesiones administrativas sobre bienes básicos, no conozco muchos proyectos que prosperen sin que lo hagan sus clientes...esto es un hecho demostrado científicamente (cuida la boca que te da de comer).

En una gran familia la cigarra tiene dos opciones, o colabora (y todos podemos hacerlo) o tendrá que conformarse con la limosna que le dé la hormiga; comida, ropa y un lugar donde dormir; también puede optar por vender a la laboriosa hormiga el fruto de su (casi siempre) enorme imaginación y trabajar escribiendo o haciendo una buena película. Pero lo que no es de recibo es que la cigarra robe un día sí y otro también a la hormiga y encima se crea con derecho a que esta última le pague sus vicios y mariscadas. A mí no me da la gana y hay opciones (que ya iré contando) ¿y a usted?. 

Espero que tampoco, porque entonces empezaré a pensar que es porque me lee una cigarra, de las que por cierto hay dos clases, las que aportan algo a la sociedad y acaban convertidas en cierta medida en hormigas (mi caso, ya que quien me lee lo hace libremente y suelo tener, gracias a no perder la fe, poco tiempo últimamente) y las que solo aspiran a vivir de otros y no aportar nada a cambio; espero que su caso sea el primero de los dos, el segundo no me interesa ni como...cliente.


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