miércoles, 21 de agosto de 2019

Más vale un buen electricista que un mal economista

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Pues sí, es un trabajo tan honorable como cualquier otro... o más.
Estamos perdiendo buenos electricistas, buenos auxiliares, incluso buenos administrativos para las pequeñas y medianas empresa. A cambio, estamos consiguiendo, en demasiadas ocasiones, malos economistas, malos ingenieros... Mal negocio ese

"Cuando yo estudiaba, si tenías un título tenías un trabajo y si no lo tenías, es porque no querías. Pero ahora muchos titulados tienen que volver a sus casas a seguir jugando con videojuegos, porque se necesita una maestría para trabajar cuando antes solo se requería el bachillerato. Es un proceso de inflación académica que indica que su estructura se tambalea... ". Ken Robinson 


Pues yo añado: 

Hoy soy una persona afortunada, porque soy feliz con lo que hago. Puedo observar a las personas (sin que me detengan) y estudiarlas gracias a los conocimientos adquiridos de estadística y otras materias, que son pocos pero en ello estamos. La economía es en gran parte eso, estudiar el comportamiento humano y su forma de administrar recursos escasos y de uso alternativo. 
De hecho, por eso es una ciencia social. Los modelos matemáticos o econométricos son lo que son y sirven para lo que sirven, como herramientas... pero el ser humano es algo más, mucho más. Es emoción pura y sobre todo es alguien que busca ser bueno en un mundo de malos.

Ser electricista no es vergonzoso, otras cosas sí…


Estamos perdiendo buenos (se sobreentiende que también buenas...) electricistas, cuando hoy tanto se necesitan, Buenos auxiliares para la enorme oferta de empleo de las residencias de ancianos. Incluso buenos administrativos que pongan al día las cuentas de las pequeñas y medianas empresa. 

A cambio, estamos consiguiendo, en demasiadas ocasiones no mayoritarias, pero preocupantes, malos economistas, malos abogados, malos médicos, malos ingenieros... Así un país nunca podrá prosperar.

Y todo esto porque les "obligamos" a estudiar algo, que no les interesa y tienen la edad ideal para probar, no hay prisa hombre... o mujer. Y no, no digo que no sea necesario el esfuerzo. Una carrera nunca te va a gustar hasta que no la comienzas a entender y aun así habrá “Marías y no Marías”. Una carrera no te va a gustar de verdad hasta que no la acabes y ejerzas y entonces, a veces ya es tarde. 

Pero si a ti se te dan bien los cables y enchufes, ¿por qué no estudias una FP? Eso es bueno, es un oficio, no es vergonzoso. Déjale buscar su propia felicidad y busca tu la tuya...

¡Es qué mi hijo es médico! Pero no es feliz...


Pero es que mi hijo es médico. Vale, te felicito, pero ¿es feliz curando a los demás?. Pues no sé... ¿Le has preguntado alguna vez?. No, lo mejor para su futuro era hacer una carrera. Oye ¿ese es tu hijo verdad? Sí, le gusta arreglar lámparas en casa. Ah entonces es un electricista, no, será un médico. Pues vale, pero los electricistas hoy ganan mucho. Bueno, más ganará si estudia una carrera... si tú lo dices. No, ningún hijo mío será electricista. Y así hasta el infinito y más allá.

Al final, puede que ese chico, chica o chice (sería con q ¿no?) acabe con un empleo, digamos “bueno”, en que estará de ocho a diez horas haciendo algo que no le gusta. Pero además. le habremos enseñado que debe casarse, aunque no le apetezca, que debe tener hijos, aunque no le haga demasiada gracia y por supuesto, hipoteca (nada de alquiler) y perro, aunque no le gusten los animales. Al final, nunca más pintará, porque llegará a casa demasiado cansado y se dedicará a envidiar a aquellos que sí lo hacen, incluso puede que acabe criticándolos ¡artistas, vividores!

Al final no será feliz. Cuando desde esa “residencia” donde esa chica, chico o chique (ahora creo que está bien escrito) le sonría y le trate con cariño, él se comportará como esa persona amargada que es ¿Cómo estamos hoy don Pancracio? ¡Y a ti que te importa, tú a limpiar culos! Quizá ella limpie culos don Pancracio, pero es feliz porque hace lo que le gusta y usted hizo lo que le gustaba a otros. Hoy es un médico jubilado y triste, cuando pudo ser un electricista orgulloso de contar a otros sus "proezas".

Somos lo que comemos... y lo que hacemos


A mí me ha costado 54 años descubrir qué soy: soy un observador del comportamiento humano, al que le gusta enseñar escribiendo o escribir enseñando. Cuando comencé a estudiar empresariales en realidad quise entrar en psicología pero no pude. Hoy a mi edad estoy en la Universidad de profesor y con mis artículos. Sin embargo, sé que es mi camino, lo que no sé es donde me llevará.

Conseguir el interés de los estudiantes sí es gratificante para mí. En lo relativo a las clases de apoyo es complicado, porque hay que ir al grano, el objetivo es aprobar. Pero las charlas que he dado en mi facultad (de Empresa, Finanzas y Turismo de Cáceres) me han permitido transmitir. Me han permitido aportar a “aquellos que aún no se han descubierto” una posible pista sobre si están en el camino correcto o no y así, que puedan actuar en consecuencia. Y estoy encantado de haber tenido esa oportunidad. Solo espero que salgan más y más y más.

Y voy terminando, un país necesita buenos profesionales, desde la FP y por supuesto, desde la universidad.... Pero lo que no necesita son trabajadores que no quieren estar en ese puesto y que están deseando jubilarse. Eso no nos hará más prósperos, eso nos acabará empobreciendo a todos. Un país necesita personas felices con lo que hacen... y lo que comen. Un país necesita buenos electricistas y no malos economistas.

Pensemos en ello el próximo Domingo. Yo lo hago hace años, quizá sea la razón de que no vote o quizá la razón sea que en realidad... me gusta mucho dormir...

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